¿Qué diferencia hay entre piel y polipiel?

La piel es un tejido natural esencial que cubre la superficie de los animales. Es un material delicado que presenta poros, textura y transpirabilidad. Actúa como una capa protectora, evitando que los microbios y otras sustancias dañinas entren en el organismo de dichos animales, en esencia es una capa que protege del exterior.

Por otro lado, el cuero polivinílico, cuero artificial o polipiel, también conocido como cuero falso o cuero de poliuretano (PU), es un material sintético que imita la apariencia de la piel natural. Sin embargo, no es un tejido natural ya que está hecho de plástico o vinilo. El principal beneficio del cuero polivinílico es que es más resistente y más fácil de limpiar, lo que lo convierte en una opción preferida para algunas aplicaciones. Un ejemplo de estas aplicaciones podría ser el tapizado de muebles, ya que recubiertas con piel son mucho más delicadas a las manchas que con polipiel.

Sin embargo, en comparación con la piel natural, el cuero polivinílico es menos transpirable y menos duradero. La piel natural es una opción más saludable y sostenible, lo que la convierte en una opción inteligente a largo plazo.

Aunque ambos materiales pueden parecer similares en apariencia, ofrecen características distintas que hay que tener en cuenta al decidir entre los dos.

Se puede diferenciar entre los dos al ver su textura y aspecto.

El cuero natural es más suave y flexible, mientras que el cuero sintético puede ser más rígido con una textura similar al plástico. Además, el cuero natural tiende a ser más poroso y transpirable, mientras que el cuero sintético no lo es.

Una forma fácil de diferenciarlos es intentar doblar el material. El cuero real tiende a doblarse en los lugares donde está destinado, mientras que el cuero sintético puede agrietarse o romperse si se dobla demasiado.

Aquí apuntamos una serie de «trucos» para saber si lo que nos están ofreciendo es piel legítima o polipiel:

El olor

El olor característico de la piel es una de los cosas que a primera vista puede determinar si es piel o cuero sintético. El cuero desprende un olor característico a piel curtida en más o menos intensidad, y el cuero sintético huele a plástico o a productos químicos.

El tacto

El tacto de un artículo de piel es agradable, proporciona calidez, suavidad, mientras que la polipiel es más rígido y frío. Si apretamos el cuero veremos cómo aparecen arrugas y las marcas de las venas del animal, mientras que con la polipiel no.

Costuras, cantos y reversos

Uno de los mejores trucos para distinguir entre uno u otro es observar detenidamente las costuras, los cantos y los reversos de las tiras de cuero. Siempre hay algún detalle donde ver el ‘corte’ de la piel y su composición por dentro. Si se observa hilo o tejido por el medio estamos hablando de polipiel, mientras que si al corte se observa pelusilla muy probablemente será cuero curtido.

Rascar

Otro de los trucos que no suele fallar es rascar. Obviamente no es recomendable hacerlo en una tienda, es muy probable que nos llamen la atención, pero si al rascar se levantan partículas y queda arañada la zona con facilidad es cuero auténtico. La polipiel es más duradera en este sentido y mucho más resistente a rascadas superficiales.

Agua

Si echamos un poquito de agua o humedecemos ligeramente la piel veremos como el cuero tratará de absorberlo, mientras que la polipiel, al estar formada por plástico es mucho más impermeable. Podríamos tener un inconveniente si es piel de vaca engrasada ya que este tipo de pieles, al llevar un acabado con grasa, tiende a repeler los líquidos.

Imperfecciones

El cuero auténtico proviene de animales que han tenido una vida antes y su piel, como la de cualquier ser vivo, ha acumulado cicatrices que quedan marcadas. Si buscamos estas cicatrices o marcas serán una señal de que son de piel auténtica. Con independencia de esto, el grano o la textura de la piel auténtica no es nunca totalmente uniforme, en la polipiel es exactamente igual en cualquier zona.

Fuego o calor

El truco definitivo pero también el más agresivo de todos: el fuego o calor potente. Si aplicamos un foco de calor fuerte o llama sobre una piel veremos cómo, después de insistir bastante, empezará a acartonarse y a oler a chamuscado, pero por regla general no llegará a arder. Sin embargo con un trozo de polipiel veremos cómo rápidamente huele a plástico quemado y rápidamente tardar se prenderá la llama.