Desinfectar artículos de cuero con seguridad
El cuero es un material versátil que se utiliza comúnmente en la fabricación de múltiples artículos y la base de la mayoría de nuestros productos. Para garantizar que mantenga su fuerza y durabilidad con el tiempo, es crucial limpiarlo y desinfectarlo adecuadamente.
Para empezar, cepilla ligeramente el cuero para eliminar cualquier suciedad o mugre superficial. Luego, usa un limpiador especializado para cuero para eliminar de forma segura cualquier mancha más profunda, aplicándolo suavemente con un paño limpio y suave. Ten cuidado de no usar una cantidad excesiva de agua, ya que esto podría dañar el cuero.
Una vez que se haya limpiado el cuero, es importante desinfectarlo eliminando cualquier bacteria o hongo que pueda causar que el material se deteriore. Se recomienda usar un producto desinfectante específico que sea adecuado para el tipo de cuero que se está tratando.
Tradicionalmente se ha usado una mezcla al 50% de agua y vinagre de vino blanco o vinagre de limpieza. Esta mezcla se aplica, sin mojar en exceso la piel, y se deja secar a temperatura ambiente. En casos necesarios también se puede rociar con algún desinfectante como la clorhexidina para reforzar la desinfección, pero teniendo en cuenta que después es recomendable eliminar los restos con un paño limpio humedecido en agua y respetando el secado natural.
No obstante, si tenemos la posibilidad de airear y exponer a un sol moderado la pieza, esta es una de las mejores soluciones para asegurar una desinfección realmente eficaz. Por supuesto, antes de airear y solear se tendrán que haber eliminado todos los rastros de suciedad que pudiese haber.
Por último, es importante mantener el cuero hidratado para evitar que se seque y se agriete. Esto se puede hacer aplicando un acondicionador de cuero con un paño suave y permitiendo que se seque al aire o aplicando un betún en crema del mismo color que la pieza o transparente en el caso de que no se pueda disponer del color. En todos los casos, tanto al limpiar como al hidratar la piel, cuando estamos tratando con un producto de varios colores, tenemos que vigilar que no se mezclen dichos colores, lo ideal es que sea monocolor y lo más oscuro que sea posible.
Los colores de la gama de los rojos son muy delicados y cuando los hidratemos o limpiemos pueden mostrar cambios importantes de tonalidad. Por regla general el tono original vuelve al secarse pero es más que recomendable probar antes en una zona poco visible para evitar desgracias mayores.
Siguiendo estos simples consejos, es posible mantener tus artículos de cuero en excelentes condiciones y garantizar que duren muchos años. Perder unos minutos te puede ahorrar desagradables consecuencias posteriores.
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